viernes, 24 de septiembre de 2010

Gone. For ever

Una noche, en los años noventas, yo tenía una novia.
no recuerdo cuál de todas era y por más que me esfuerzo, no logro ordenar los recuerdos para hacerlo.
yo tendría unos 15 años y era un sábado por la noche.
por alguna razón, dejaba a mi novia en su casa, o en la casa de alguien y me tomaba un taxi para ir ma mi casa en el ujemvi.
Serían como las 2 de la mañana. tal vez, un poco menos.

Paré el taxi y me subí.
el chofer, que a esa edad me parecía un señor mayor, es decir, puede haber tenido 26 años, se puso a hablarme.
Cuando le dije que me llevara al barrio Ujemvi, me preguntó si iba a una fiesta ahí.
- No, voy a mi casa, contesté.
- y tenés novia?
- Si, vengo de la casa de ella. ya me voy a dormir.
- No, no no, se quejó. te tenés que ir a bailar!
- Qué? le pregunté..
- No te dás cuenta? Es sábado a la noche, es hoy, y no va a volver nunca más...

me tomó casi 20 años comprender en carne propia lo que me quería decir.
aún así, tuve cientos de sábados por la noche o lunes o jueves, como hoy, que no volverán nunca más.

estaré haciendo bien?

mi historia me dice que no, pero aquí estamos.

Toronto, setiembre de 2010