martes, 1 de abril de 2008

Las lágrimas en la camisa.

Ella dejó, por primera vez, sus lágrimas en la camisa (de él).
La marca, en la camisa, se evaporó rápidamente.
Desea que, la del alma, se borre igualmente rápido.
Nunca más, le dijo.
Nunca más, se dijo?
El está allí, a su lado, como desde el primer día.
Tal vez, mucho más cerca que el primer día.
No es triste la realidad, lo que no tiene es remedio.

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