miércoles, 4 de junio de 2008

El Arte de la Repetición... repercuciones:

Caro Dijo:

Me recuerda a un texto de Robert Fulghum (y lo cito nuevamente):
“All I really need to know about how to live and what to do and how to be I learned in kindergarten.
Wisdom was not at the top of the graduate-school mountain, but there in the sandpile at Sunday School.
These are the things I learned:
Share everything
Play fair
Don’t hit people
Put things back where you found them
Clean up your own mess
Don’t take things that aren’t yours
Say you’re sorry when you hurt somebody
Wash your hands before you eat
Flush
Live a balanced life – learn some and think some and draw and paint and sing and dance and play and work every day some.
Take a nap every afternoon
When you go out into the world, watch out for traffic, hold hands, and stick together.
Be aware of wonder.

Everything you need to know is in there somewhere.
The Golden Rule love and basic sanitation.
Ecology and politics and equality and sane living.
Take any of those items and extrapolate it into sophisticated adult terms and apply it to your family life or your work or your government or your world, and it holds true and clear and firm. Think what a better world it would be if all governments had as a basic policy to always put things back where they found them and to clean up their own mess.
And it is still true, no matter how old you are – when you go into the world, it is best to hold hands and stick together…”

Gracias CAro!!!
es simple pero hay que ponerle cada día.

De paso, una frase que le llega hoy desde mi Tio en España:

"EL HOMBRE SOLO PUEDE SER HOMBRE MEDIANTE LA EDUCACION". E. Kant

Aereal

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras leía tu post de hoy... me hacia acordar a una lectura que era una de las preferidas de mi abuela, seguro que la conoces: "Desiderata" (que significa cosas que se desean), escrita por Max Ehrmann. Hago un aporte a tu blog y la transcribo:

“Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.
Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.
Di tu verdad tranquila y claramente;
Y escucha a los demás,
incluso al torpe y al ignorante.
Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,
pues son vejaciones para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
puedes volverte vanidoso y amargado
porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes.
Interésate en tu propia carrera,
por muy humilde que sea;
es un verdadero tesoro en las cambiantes visicitudes del tiempo.
Sé cauto en tus negocios,
porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar;
mucha gente lucha por altos ideales
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tu mismo.
Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto al amor,
porque frente a toda aridez y desencanto,
el amor es tan perenne como la hierba.
Acepta con cariño el consejo de los años,
renunciando con elegancia a las cosas de juventud.
Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,
pero no te angusties con fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.
Eres una criatura del universo,
al igual que los árboles y las estrellas;
tienes derecho a estar aquí.
Y, te resulte o no evidente,
sin duda el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios,
de cualquier modo que Le concibas,
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantente en paz con tu alma
en la ruidosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos,
éste sigue siendo un hermoso mundo.
Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”.